Tener Libertad Financiera no quiere decir que eres millonario.

Tener libertad financiera no equivale a ser millonario. Es decir, así como no todo millonario es libre, no toda persona que goza de libertad financiera es millonaria. Libertad financiera sólo significa que, si usted requiere dos mil al mes para financiar su estilo de vida, debe tener activos que – independiente de lo que usted haga día tras día – le genere más de los dos mil que usted requiere. “La riqueza – decía Robert Kiyosaki – se mide en tiempo, más que dinero.” El asunto de la libertad financiera no tiene tanto que ver con cantidades, sino con formas de ganar. Una persona que gana mil dólares al mes puede tener la libertad que no tiene alguien que gana diez mil. De hecho, hay quienes más ganan y de menos libertad disponen. Básicamente el concepto libertad financiera implica que sus ingresos ya no dependen de su tiempo. No está relacionado con la cantidad o con el monto que usted genera, sino con cómo lo genera. Por eso, para conseguir libertad financiera, la persona debe construir activos. Usted construye activos, luego los activos construirán sus ingresos. ¿Quién vive mejor? #1 Una chica cuya pasión es la música, se dedica a eso al 100%. Su tiempo es distribuido entre el perfeccionamiento de su voz y el dominio de los instrumentos musicales. Ella estuvo en Japón trabajando durante 5 años y ahora regresó a Latinoamérica para dedicarse 100% a su pasión. Cuando estuvo en Japón ahorró y con ese capital compró dos departamentos, los mismos que ahora alquila. Para solventar el estilo de vida saludable y holgada que lleva, ella requiere algo de 800 dólares. Los departamentos, que fueron comprados en excelente zona a un precio demasiado atractivo, ahora le generan 1600 dólares mensuales, el doble de lo que ella precisa. Ella sigue ahorrando y está buscando apalancarse para adquirir más propiedades y así disponer de más tiempo para dedicarse a su pasión. #2 Un tipo que tiene 15 años en su negocio de distribución de gas. El negocio mueve un promedio de 10 mil dólares mensuales, pero el hombre tiene que estar en el negocio mañana, tarde y noche. Entre pagar trabajadores, y gasto por aquí y por allá, él es el último en pagarse. Tiene un negocio, pero no tiene libertad. Mueve plata, pero en el fondo no es dinero suyo. ¿Quién es libre? ¿La chica de la música o el señor del gas?