. ¿Quiere éxito? TIENE QUE PAGAR EL PRECIO
Para empezar, deje el televisor y lea libros de éxito y riqueza. No duerma mucho y empiece a sembrar temprano. Hágase de esta norma: vaya a menos fiestas y a más capacitaciones de prosperidad. Recuerde: el pobre vive de celebración en celebración y los ricos de proyecto en proyecto. Asimismo, haga que su política personal sea quejarse menos y agradecer más. Viva siendo responsable de sus actos y no una víctima. Compre más activos y menos pasivos: en todo momento tenga presente que los ricos hacemos que el dinero trabaje a nuestro favor, no en nuestra contra. Esto se logra dejando de gastar más de lo que ganamos, ahorrando e invirtiendo. No le deba a nadie, ni permita que nadie le deba. Para mucha gente hacer todo esto es difícil. Muchos dicen: “no me gusta leer”, “con lo que gano ni siquiera me alcanza para vivir, menos para ahorrar”, “no es fácil, yo tengo carga familiar”. Señores, sus excusas son las motivaciones de otros. Si usted quiere vivir como vivimos los ricos, hoy tiene que hacer cosas por las que no le van a pagar, pero recuerde que mañana cuando lo sea le pagarán por cosas que no hará. Los ricos somos minoría, los pobres son mayoría. Si usted quiere dar el salto tiene que pasar por un puente que se llama PREPARACIÓN. Según recientes datos de Oxfam, en el 2016 el 1% más rico tendrá más riqueza que el 99% restante de la población mundial. El drástico aumento de la desigualdad global se debe, además de los perversos sistemas políticos, a un tema profundamente educativo. En el mundo hay mucha ignorancia, mediocridad e incoherencia. La filosofía del éxito es por todos conocida, pero por pocos practicada. La gente quiere un cambio en su vida, pero no quiere cambiar SU vida. Quieren más dinero, pero no quieren esforzarse más. Quieren salud, pero sin dejar de comer chatarra. Quieren vivir a lo grande, con esfuerzos pequeños. ¿Quiere éxito? TIENE QUE PAGAR EL PRECIO. ¿Quiere vivir como rico? Entonces tiene que pensar como rico, hablar como rico y actuar como rico. No empezar teniendo la vestimenta del rico, pero si la ACTITUD. Oiga, la actitud no le cuesta. Para tener buena actitud no hace falta tener dinero, sino VOLUNTAD. Y todo, absolutamente todo, empieza con la voluntad. EXITO!